Además,la derrota no es una opción ni una excusa,por lo que empecé a ser fuerte y como no a ser valiente sin pensar en el ayer,ahora solo pienso en el mañana.Nunca te rindas,siempre terminarás convenciendo a la felicidad de que esté contigo por eso tienes que luchar,no abandonar tus sueños y sobre todo vencer todos los obstáculos que tienes porque después de la tormenta llega la calma y aunque a veces eches de menos ese sentimiento que tanto necesitas acaba volviendo.
El camino de la felicidad es difícil de encontrar pero fácil superarlo y no perderse en las dudas ni miedos que encuentres mientras avanzas.
lo compartes con todos los seres.
ResponderEliminarbuenos y malos, altos y bajos, torpes y listos, astutos e inocentes...
incluso con aquellos que no han probado nunca "felicidad a la tibetana".
un beso